
Aunque es el mismo tour, aclaró que variarán algunas cosas del recital, "para que no sea lo mismo que ya vieron", y anticipó que cantarán canciones que no suelen tocar en recitales y que no habrá invitados especiales: "Yo no he invitado jamás a Charly a cantar y ha subido varias veces a cantar conmigo, así que espero que, en tantos días de funciones, algún amigo se anime a subir". Además, comentó que eligió esta vez el Luna Park en detrimendo de Boca ("mi querido Boca Juniors"), porque quiere tener una relación "menos tribal con el público, más de tú a tú".
Charly García y los músicos argentinos también son un tema de conversación con un hombre como Joaquín Sabina, porque logra entablar ese compañerismo libre de egos con sus colegas y parece ser la persona indicada para que opine de los distintos referentes de la música. "Prefieron un Charly gordo a un Charly muerto", lanzó soltando el humo, tras dar una pitada profunda y pensativa. La sentencia fue fuerte y clara y la reflexión subsiguiente vino de la mano de una pregunta delicada desde la platea: "Hay quienes piensan que componía mejor drogado". Sin rodeos, el artista respondió: "Si sigue vivo y aguanta, nos dará muchas más buenas canciones, estoy seguro".
Cuando habla, mueve mucho las manos separando bien los dedos. Así se pueden ver los detalles de esas falanges bien guitarreras: uñas largas en la derecha, cortas, algo carcomidas, en la izquierda. Un anillo de oro y brillantes en el dedo mayor derecho completan el look, engalanado por el característico sombrero, el saco a cuadros y las medias rayadas que sobresalen de los zapatos de cuero negro. "Soy un porteño en el clóset", declaró para carcajadas de la audiencia. No es novedad el idilio que mantiene con nuestro país y, nuevamente, sin fórmulas demagógicas para conformar a su público de todo el mundo lo admite a los cuatro vientos: "No me he casado con la Argentina, somos amantes. Todavía no me duele la cabeza al coger", confesó, seductor, para que sus fans locales mueran de amor una vez más.
Es que son muchas cosas las que lo conectan a este país. Además de la música y sus vínculos con artistas argentinos, está el fútbol, esa pasión sin fronteras. Se reconoce hincha de Boca y gusta de los colores de Rosario Central. "Además, la Argentina debe ser el único lugar en el mundo donde se puede dar una conferencia de prensa con un pucho y un vaso de cerveza en la mano", bromeó y al instante lanzó una carcajada contagiosa. "Estoy muy feliz de estar aquí", agregó, como si hiciera falta que lo mencione. A pesar de su marcado acento español, se siente un argentino más y no teme decirlo: "Aquí ya no soy más gallego".
Futbolero hasta las entrañas, sigue de cerca los sucesos argentinos y de argentinos: "Messi es el mejor de todos los tiempos. Creo que ya superó a Maradona y si no lo hizo, tiene mucho tiempo aún por delante y estoy seguro que lo hará", comentó acerca del goleador del Barcelona, y simuló cierto resentimiento por tener que hablar de ese equipo y no de su favorito, el Atlético de Madrid: "¿Por qué no hablamos del Kun Aguero, que juega en mi equipo?".
Pero además del fútbol, conoce todo lo que ocurre en la Argentina, incluso lo que tiene que ver con la política y sus entuertos. Esperaba con ansias la pregunta sobre Vargas Llosa y la polémica desatada porque se decía que no se le permitiría hablar en la inauguración de la Feria del Libro local por sus tendencias políticas. El premio Nobel de Literatura es amigo del músico y este no tardó en defenderlo: "Es mi amigo, y a los amigos no se les pregunta nombre, ni apellido, ni afiliación política. Es un gran escritor y creo que su último libro tiene mucho más de izquierda de lo que él se imagina", dijo con firmeza y opinó: "Creo que quien mejor manejó el tema fue la Presidenta, Cristina Kirchner, quien dijo que el Gobierno no se opone a que hable".
La conversación sobre política se extendía y diversificaba. Encendió un segundo cigarrillo y bebió dos tragos de cerveza antes de responder sobre la ley de medios local. Dijo que no quería emitir juicios sobre el asunto porque aún no está enterado, pero que seguramente luego de estar un mes en el país y hablar con la gente podrá saberlo. Sólo se atrevió a una sentencia clara: "Los Kirchner han sido valientes y atrevidos al librar una batalla contra los monopolios de comunicación".
Dos temas ineludibles, Gustavo Cerati y el tsunami. Del músico dijo que no lo conoció en persona, pero se compadeció de su estado, se mostró conmovido y dijo que guarda "un poquito de esperanza". "Hay quienes salen de esa y espero que así sea". El tsunami fue un motivo para volver a hablar de política, esta vez internacional: "Estoy estupefacto con lo que pasó en Japón. Ahora los gobiernos no pueden hacer nada. O no quieren hacer nada. Hace 20 años no me importaba el planeta y ahora no sé qué hacer por él. Solo exigir a los gobiernos para que se reúnan y tomen medidas".
Certezas. Nada lo hace trastabillar. Contesta sobre lo que sabe y sus respuestas son cortas y precisas. Ni una palabra de más, ni de menos. Como sus poesías, inspiradas en largas horas de lectura que tal vez lo habilitan a opinar de temas tan diversos. Dijo que ayer cuando aterrizó en estas tierras caminó las librerías de Buenos Aires y se hizo de varios volúmenes de textos sobre la política contemporánea local. La cultura lo inspira tanto como él a la cultura. Quienes quieran escucharlo tienen este año una ocasión inesperada, imprevista y casi íntima en el Luna Park. Y el título de la cita reza "El penúltimo tren", en sus propias palabras, "para que no sea el último".
Fuente: hola.com.ar