Miles de boricuas fueron picoteados anoche por una doble dosis de poesía hecha canción en el Coliseo de Puerto Rico
José Miguel Agrelot. La gente sentía alegría, nostalgia y reflexión
mientras un dúo de pájaros les cantaban sobre la vida, el amor y la
cotidianidad.
Con sus usuales metáforas, picardía y sarcástico sentido del humor,
Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina recordaron sus décadas de
trayectoria durante un concierto hilvanado por casi 30 canciones.
“Esta vez es un doble milagro (presentarme en Puerto Rico) porque el niño que fui -ni en sus más locas, diabólicas, melodramáticas, etílicas noches- se atrevió a soñar jamás estar de vuelta en San Juan y que a mi lado estuviera el maestro de maestros”, dijo Sabina.
“¡Qué hermosas palabras has pronunciado! Lástima que suenen tan huecas y tan falsas… Yo tampoco en mis sueños más fantasiosos hubiese imaginado estar aquí contigo… Aunque soy una persona a la que siempre le gustó mucho ayudar a la gente”, añadió Serrat, a lo que Sabina reaccionó: “¡Es verdad! Él siempre apoya a los jóvenes”.
Banderas de Puerto Rico y España ondeaban
entre un gentío por el que además se paseaban fanáticos con sombreros
tipo Sabina. Mientras el sarcasmo seguía en tarima, el púbico reía desde
sus asientos.
“He estado leyendo rumores y quiero dejarlo claro. Somos muy amigos, pero no tan amigos. Por ejemplo, no hay sexo. Ustedes se preguntarán por qué… Pues él (Serrat) no quiere, porque yo estoy abierto a todos los avantes de la vida. Además hay dos cosas que nos separan: mi envidia y su talento”, expresó Sabina.
Fuente: ciudadsabina.com|nov.11