Cientos de personas respiraban bajito para no interrumpir la lectura de poemas de un hombre admirado, Joaquín Sabina, maestro y mito. El cantante y compositor contaba con "escolta" privilegiada: los poetas Luis García Montero y Benjamín Prado. Un trío de honor con complicidad fraguada durante años de camaradería, que no defraudó a su público en la velada poética celebrada la noche del viernes.
El recital se hizo eco de la polémica que arrastra la "Semana negra" por su ubicación. "¡Nadie quiso ni pensó nunca que esta semana fuera en tecnicolor, lo que nunca fue esta semana fue gris, siempre fue negra!", fue el alegato que Joaquín Sabina pronunció en verso. A lo que Luis García Montero, de personalidad más contenida, añadió: "A los tres nos gusta el mar azul, el tiempo libre, la poesía clara, la "Semana negra" y el corazón en Gijón". Más claro, agua.
Pero con el encuentro poético se quiso, ante todo, rendir homenaje al ovetense Ángel González, fallecido hace tres años; el "ángel menos dos alas" de la canción de Sabina. En palabras de Benjamín Prado, "la persona más decente con la que tuve la suerte de cruzarme". Al homenaje también se sumaron los escritores Juan José Téllez y Almudena Grandes, y un público que estalló en aplausos.
Para cerrar la que podría ser la última velada poética que Taibo organiza en la ciudad, Joaquín Sabina mudó su piel de poeta y se dirigió al respetable como cantante con un "Tango a la Semana negra": "Mi coche vuela en dirección prohibida, rumbo a la "Semana negra", que le alegra el corazón a Gijón", decía la letra que, ya entrada la madrugada, le puso banda sonora a la eterna polémica.
FUENTE: CIUDAD SABINA - lne.es
