¿Cómo les va sin Sabina?
Antonio: La verdad, bastante bien. Nos gusta mucho lo que hacemos, cantar de manera muy íntima y muy pequeñita para que la gente participe. Nos sentimos muy cómodos de cantarle al oído y que luego suba al escenario a acompañarnos. Como la mayoría de las canciones son nuestras, nos sentimos haciendo algo de lo que somos artífices.
¿Qué es lo más difícil de trabajar con él?
A: Joaquín tiene algo de indisciplinado y loco. Él vive a su ritmo y uno tiene que acomodarse. Él hace sus letras y nos las pasa o lo hacemos conjuntamente; pero a nivel de escenario todo sale muy bien. Realmente no hay nada difícil, exceptuando esa cosa de la disciplina que parece que a Joaquín le cuesta un poquito.
¿Y qué es lo más difícil de trabajar sin él?
A: Todo, porque realmente es el motor de nuestra carrera. Tanto Pancho como yo llevamos tanto tiempo trabajando con él que vivimos un poco para él. Cuando Joaquín tuvo el problema de la isquemia cerebral, andábamos haciendo cosas, pero trabajábamos porque debíamos hacerlo. Lo bueno de trabajar con Joaquín es que te lo crees todo mucho. El plus es que hay muchísima emoción.
¿Qué son Noches Sabineras?
- Dos guitarras.
- Un pianito.
- Pancho y Antonio cantando algunas canciones.
- La gente que sube a cantar.
- Contar tonterías y anécdotas: Cómo era una canción al principio y cómo fue después..., cómo se llamaba al principio...
- Cantamos ocho temas cada uno, más cuatro o cinco que hace la gente.
Pancho conoció a Joaquín Sabina...
...Hace 29 años. Yo era fan suyo, iba a verle a La Mandrágora, un bar pequeñito en Madrid donde tocaba para 50 personas. Diario iban a verle y terminé haciéndome su amigo, porque me pedía cigarrillos al final. Él quería hacer una presentación en un teatro de Madrid y le hacía falta un guitarrista y yo dije: "Yo me las sé todas..."
Antonio conoció a Joaquín...
...Hace más de 25 años, Joaquín andaba detrás mío para que le produjese un disco. Estaba en México y a mí me daba pánico porque él ya se estaba haciéndose de su nombre. Luego tuvimos reuniones en Madrid y terminó convenciéndome. Yo llevaba tocando 10 años con Miguel Ríos, Victor Manuel y Ana Belén; al final me di cuenta de que Joaquín era con quien quería estar y con quien debía estar. Lo difícil fue tener que separarme de ellos, porque era elegir entre dos familias, me costó mucho y fue doloroso.
Fuente: CIUDAD SABINA | Chilango.com
Antonio: La verdad, bastante bien. Nos gusta mucho lo que hacemos, cantar de manera muy íntima y muy pequeñita para que la gente participe. Nos sentimos muy cómodos de cantarle al oído y que luego suba al escenario a acompañarnos. Como la mayoría de las canciones son nuestras, nos sentimos haciendo algo de lo que somos artífices.
¿Qué es lo más difícil de trabajar con él?
A: Joaquín tiene algo de indisciplinado y loco. Él vive a su ritmo y uno tiene que acomodarse. Él hace sus letras y nos las pasa o lo hacemos conjuntamente; pero a nivel de escenario todo sale muy bien. Realmente no hay nada difícil, exceptuando esa cosa de la disciplina que parece que a Joaquín le cuesta un poquito.
¿Y qué es lo más difícil de trabajar sin él?
A: Todo, porque realmente es el motor de nuestra carrera. Tanto Pancho como yo llevamos tanto tiempo trabajando con él que vivimos un poco para él. Cuando Joaquín tuvo el problema de la isquemia cerebral, andábamos haciendo cosas, pero trabajábamos porque debíamos hacerlo. Lo bueno de trabajar con Joaquín es que te lo crees todo mucho. El plus es que hay muchísima emoción.
¿Qué son Noches Sabineras?
- Dos guitarras.
- Un pianito.
- Pancho y Antonio cantando algunas canciones.
- La gente que sube a cantar.
- Contar tonterías y anécdotas: Cómo era una canción al principio y cómo fue después..., cómo se llamaba al principio...
- Cantamos ocho temas cada uno, más cuatro o cinco que hace la gente.
Pancho conoció a Joaquín Sabina...
...Hace 29 años. Yo era fan suyo, iba a verle a La Mandrágora, un bar pequeñito en Madrid donde tocaba para 50 personas. Diario iban a verle y terminé haciéndome su amigo, porque me pedía cigarrillos al final. Él quería hacer una presentación en un teatro de Madrid y le hacía falta un guitarrista y yo dije: "Yo me las sé todas..."
Antonio conoció a Joaquín...
...Hace más de 25 años, Joaquín andaba detrás mío para que le produjese un disco. Estaba en México y a mí me daba pánico porque él ya se estaba haciéndose de su nombre. Luego tuvimos reuniones en Madrid y terminó convenciéndome. Yo llevaba tocando 10 años con Miguel Ríos, Victor Manuel y Ana Belén; al final me di cuenta de que Joaquín era con quien quería estar y con quien debía estar. Lo difícil fue tener que separarme de ellos, porque era elegir entre dos familias, me costó mucho y fue doloroso.
Fuente: CIUDAD SABINA | Chilango.com