
Con el acompañamiento de su gran banda y su Tiramisú de Limón abrió la noche en un espectáculo que no dejó indiferente a nadie.
Agradeció a Aguascalientes por la acogida estupenda de su música, no sin antes recalcar que para él, era una labor compleja estar entregando el corazón mientras estaban operando a "su torero", José Tomás, quien recibió una cornada de importancia en la Monumental, en la tarde de toros.
El ruedo de la plaza ardía con el ritmo vibrante del Flaco de Úbeda y los aplausos más sentidos vinieron del público de las gradas, siempre entregado al español y coreando todas y cada una de las canciones.
Sus canciones de amantes que se atreven a perderse de estaciones melancólicas de tren, de mujeres y de pasión resonaron en la plaza como nunca y el público agradecido no dudó en corresponder al cantante con sus aplausos.
Homenajeó a Chavela Vargas, quien está celebrando su 91 cumpleaños en estos tiempos con "Boulevard de los sueños rotos".
Contó que con ella tiene tres cosas en común: una, que los dos han sido muy borrachos, la segunda, la pasión por las mujeres y la tercera, que ambos músicos están retirados.
A su amigo y también compositor Pancho Verona le agradeció con elogios. Éste por su parte declaró "qué gusto tocar en una plaza de toros. Estamos como en casa", para rematar al final de su canción con un elocuente "es cojonudo tocar en una plaza de toros. Gracias Aguascalientes".
La vitalidad de Sabina, a sus 61 años, se vio reflejada en sus renovadas composiciones. Compartió con el público el hecho de que hace cuatro años que no escribía por la apacible vida conyugal que tiene. "Las musas son muy cabronas. Estaban con Dylan, con Serrat o con Chente".
Derrochando humor a la vez que buen sonido en el escenario, Sabina relató que en un viaje de inspiración en Praga, encontró a una pareja de mexicanos con una bebita. Ellos le dijeron que su hija se llamaba Magdalena en honor a su canción, y Joaquín atinó a decirles, que ojalá no saliera tan puta como la de su letra.
El repertorio del concierto incluyó desde las más nuevas composiciones del cantautor hasta las clásicas de siempre como Y sin embargo.
Durante el espectáculo aprovechó en varias ocasiones para agradecer al auditorio por ser tan cómplice de su música y crear un ambiente "tan calientito".